miércoles, 5 de enero de 2011

72. TODAVÍA NO TENGO DIAGNÓSTICO… PERO YA NO ME IMPORTA


Escribo estas líneas desde Bilbao, con la esperanza de que a alguien le ayude, como a mi en su momento me ayudó descubrir este blog. También porque me lo pidió una persona que sin conocerme me ayudó muchísimo cuando peor estaba, gracias Rosina.

Nicolás, mi hijo mayor, empezó a andar cuando tenía un año, sin haber gateado previamente. Pasados unos meses empecé a sentir que mi hijo no era igual que todos los demás, en el parque, cuando estábamos con otros niños… Siempre estaba agarrado a mi, siempre quieto y formal, contento sentadito con un cuento, no estropeaba zapatos, no manchaba la ropa… para los demás era un niño- chollo, para mi, algo no iba bien.

Empezó a ir al cole con dos años, y cuando nos pusieron un video de cómo era un día cualquiera para ellos, en la reunión de presentación del curso, mi marido y yo nos dimos cuenta de que nuestro hijo no era capaz de hacer NADA de lo que en el video se mostraba, y empezamos a agobiarnos pensando que no iba a ser feliz allí.

Como a su pediatra le parecía muy “normal “todo, y veía un”niño tranquilo”, sin mas, yo busqué un neuropediatra por mi cuenta, afamadísimo y carísimo, que se quedó tan ancho pidiéndome que hablara del “papá y la mamá de la criatura”, y al escuchar que el “papa” sufrió una dislexia severa, sentenció: “bendita herencia paterna: será disléxico, no te preocupes, no le pasa nada!”. Para el tenía que esperar a los cinco años, sentadita, a que se le pudiera diagnosticar dislexia!!!!

Ese curso lo pasó yendo a un centro que yo me busqué de logopedas, dónde me dijeron que le podían ayudar… a base de seguir sin saber por qué mi hijo no podía ni ponerse de rodillas, y dejar una suma impresionante mes a mes, por lo que a los 7 meses lo tuve que dejar. Yo pedía ver lo que le hacían, saber qué pasaba, quería trabajar con mi hijo YO… pero nada.

Octubre del curso siguiente, tres años, tutoría en el colegio, y “tu hijo no está a la altura de la clase”, “creemos que debe volver al centro que le llevabas”… Yo le dije a la tutora que NO, que no podía seguir gastando tanto dinero, a cambio de que nadie dijera qué le pasaba a mi hijo y me explicaran cómo poder intervenir yo en ayudar a mi hijo!!! Le pedí tres meses para buscar una solución…

Entonces me volví como loca, y busqué, leí, escribí mensajes a todos los sitios que pude… hasta dar con este y el blog de Estimulación temprana y desarrollo y con Rosina Uriarte, que hizo que cambiaran nuestras vidas. Conocí palabras como Doman, TMR… y sobre todo, empecé a entender qué le pasaba a mi hijo, por qué no era capaz de hacer tantas cosas, y sobre todo, empecé a trabajar con el, y muy duro, pero siendo la persona mas feliz del mundo. Pronto me llamaron del cole, y me preguntaron qué había hecho con Nicolás, que le había cambiado hasta la mirada!.

Bueno, desde entonces hemos trabajado Doman, luego la TMR, le llevo a un osteópata, y tengo pendiente el tema de los oídos, pues no oye bien. El es un amor de niño, trabajador, y súper cariñoso, querido en clase y en casa, y todavía no se si es o no disléxico, lo que se es que come solo, se viste solo, disfruta en el parque, disfruta con los niños, y hace lo que todo niño, disfrutar a tope, y no vivir pegado a mi pierna!!! Gracias Nicolás, sobre todo a ti, por todo lo que te esfuerzas día y a día, la ilusión y el empeño que pones en todo, PARA MI EL DIAGNÓSTICO ESTA CLARO DESDE QUE VI TU CARITA AL NACER, ERES PERFECTO, JUSTO EL NIÑO QUE YO QUERÍA!!!!!!!!!!

Una madre, de Bilbao