jueves, 19 de agosto de 2010

64. MI EXPERIENCIA EN LA TERAPIA DE MOVIMIENTO RÍTMICO



Mi experiencia en la Terapia de Movimiento Rítmico

Vivo en México y tengo un niño de 6 años con un diagnostico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Teníamos muchos problemas en la escuela (a penas de preescolar), no contesta cuando le hablas, no te escucha.


Cuando era muy pequeño parecía una bala, no paraba de saltar y correr. Es muy sensible a todo el tacto, no consiente el peine, crema en el cuerpo, le molestan las etiquetas de la ropa, y la ropa misma.

En general era un niño negativo, no seguía instrucciones y no obedecía. Todo era difícil vestirse, bañarse, salir al supermercado, visitas, etc. Le molestaba el ruido y la música. Tenía problemas con otros niños, se pone agresivo en ciertas circunstancias, es muy impulsivo (esto para mi es lo más duro, pues mordía, pegaba y no puede medir las fuerzas de sus manos). No dormía bien, se movía toda la noche, se sentaba, se paraba, despertaba y rechinaba los dientes. Muy desordenado y descuidado en su persona y cosas, todos los días perdía el lonche en la escuela. No terminaba sus tareas, todo a medias, pues cambiaba de actividad.

Empezamos hace 5 meses la terapia de movimiento rítmico. Empezamos a ver cambios pequeños, pero para mí son muy significativos, al principio fue difícil que aceptara hacer los ejercicios, no quería y como no seguía instrucciones, no los hacía.


Empezó a recoger sus juguetes e interesarse por sus
cosas. Poco a poco fue siguiendo instrucciones y acepto los ejercicios, ahora cuando empieza hacer la terapia de la noche, se duerme rápido y duerme tranquilo, ha mejorado bastante el rechinar de dientes.


Ahora se interesa por iluminar sus libros, él solo, sin que yo se lo pida, lo hace bien, ya no se sale de los límites y MUY IMPORTANTE, termina cada dibujo que empieza.

Lo lleve a un pequeño curso de verano, en la escuela en que va cursar este año, les dije el problema para ver si podían aceptarlo, lo trataron y me dijeron que parece un NIÑO NORMAL, se porto bien, siguió instrucciones, obedeció, no lastimo a nadie, trabajo bien.


Fue solo una semana, podría ser que con los días notaran síntomas, pero sin duda todo el mundo le notaba algo, al primer contacto.

Con lo que he leído y aprendido, me di cuenta que mis hermanos, ya adultos, tenían síntomas de problemas sensoriales y ya comenzaron también a la terapia, ya van mejor, pero todavía falta mucho.

Creo que algunos piensan, que la terapia se describe como Mágica y fácil, pero no lo es, es MUCHO TRABAJO, Y MAS. Es el resultado de la constancia y la paciencia. Es no darte por vencido aunque el niño no coopere, poco a poco le gustará. Hacemos ejercicios tres veces al día, los de la noche me llevan 45 minutos. Para llegar a la consulta viajo más de 6 horas, pero vale la pena. Voy a la ciudad de Aguascalientes ahí está la doctora que da la terapia. Esto es solo el principio de los resultados falta mucho para que lo den de alta, espero que este relato anime a más mamás que como yo lo estaba, tienen desesperación, tristeza y frustración por la situación que viven con su niño.

Espero escribir de nuevo y contarles que ya lo superamos todo, esta historia continua....



Gabriela (México)