jueves, 13 de febrero de 2014

105. LA LENGUA DE SIGNOS: UNA OPORTUNIDAD PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN



Unas horas antes de salir  desde su nacimiento con mi pequeño Valiente, y después de haber estado ingresado casi 90 días en el hospital. El otorrino  me dijo las siguientes palabras:
-  Creo que tu hijo sufre  hipoacusia neurosensorial bilateral como consecuencia de haber tomado medicamentos ototóxicos.Dentro de seis meses   le operemos y le pondremos un implante coclear, con lo que solucionaremos el problema.

De repente la alegría por irnos del hospital, se esfumó. Me acababan de echar de un jarro de agua fría de realidad, salíamos del hospital pero con secuelas.
A los pocos días  cuando Valiente inició sus sesiones de fisioterapia  descubrimos que además del problema de audición  también sufría  otra secuela  la hipotonía muscular.

Después tanto luchar, yo no estaba dispuesta a que mi bebe  se tuviera que conformar  con vivir con secuelas.
Valiente es un gran luchador, ya  había demostrado que nada le pararía.

Fue en este momento cuando iniciamos nuestro caminar, en búsqueda alguna solución, cuando comenzamos a descubrir  e  utilizar todo tipo  de terapias incluidas  las llamadas alternativas.
A lo largo de estos años hemos probado con homeopatía, kinesiología, osteopatía, musicoterapia, método tomatis, integración sensorial, psicomotricidad,  fisioterapia método bobath, psicomotricidad, psicólogos infantiles, logopedas y lengua de signos.

Hace poco descubrí  vuestro blog  Padres con alternativas, y me resultó muy interesante leer las opiniones de los padres sobre las distintas terapias  con las que son tratados sus hijos. Hace pocos días he iniciado una nueva aventura abriendo mi propio blog mamadeunvaliente.blogspot.com, en que voy comentando nuestros avances y logros.
Mi experiencia al respecto de las terapias alternativas, es que por lo general  en el caso de Valiente han sido muy positivas. Pero  hay que tener cuidado; hay que  buscar el lugar y los terapeutas adecuados que realmente sean expertos las terapias que van aplicar. También es importante  que sea el momento  para aplicar esa terapia; es decir que el niño este fuerte físicamente para aguantar la terapia; y que el tipo de estimulación que le van a dar sea el  adecuado para el momento evolutivo en el que se encuentra el niño.

En este tiempo también he aprendido que, tanto los papas como los terapeutas deben ir adaptándose a las mejoras del niño. Muchas veces por  tranquilidad, comodidad o por no saber hacerlo de forma diferente, estacamos la evolución del niño, por eso  yo creo que no hay que tener miedo a los cambios e ir utilizando las diferentes terapias que se nos presentan.
Leyendo vuestro blog, me he dado cuenta que no había ningún comentario sobre la lengua de signos. Como os he comentado anteriormente  el otorrino nos comentó que habría que colocarle un implante coclear para que  mi pequeño oyera. Pero mi instinto de madre me decía que mi pequeño oía .Yo siempre les decía a los médicos que mi pequeño tenía un problema en la audición, pero que no era sordo. Tres años después y numerosas pruebas por fin me han dado la razón, la audición de mi pequeño es normal.

Sin embargo, aun no habla , el ultimo diagnostico es retraso en el lenguaje, a causa de retraso madurativo.

Mi pequeño Valiente ya tiene tres años, y tanto él como yo  tenemos la necesidad de comunicarnos. Por eso, hace un año decidí probar con la lengua de signos. Fue una decisión que me costó mucho tomar. Los logopedas que hasta ese momento  lo habían tratado , apenas tenían conocimiento sobre ella. Muchos al ser de  la rama oralista, lo desaconsejaban. Pero de nuevo volví a hacer caso a mi instinto y luchando contra mis miedos, nos apuntamos a clases de lengua de signos, mi pequeño Valiente, mi marido y yo.
Allí descubrimos que Valiente tiene una gran memoria visual, recuerda con facilidad los signos y le ayudan en la compresión del lenguaje. Gracias a la lengua de signos Valiente comprende mucho mejor lo que los demás le queremos decir, y está empezando a comunicarse.

La Mamá de un Valiente