domingo, 10 de octubre de 2010

66. GRACIAS MIREN



Mi caso es parecido al de muchos de vosotros, tan parecido, e imagino , tan diferente, recuerdo el comienzo, ese tiempo de sorpresa y preocupación, cuando empiezas a comprender y asimilar que algo no marcha bien, que ella necesita ayuda, tiempo de sospechas que toman forma. Después ese periodo angustioso de búsqueda desesperada de ayuda, sin saber muy bien que buscar, ni donde buscar, con esa sensación de que el tiempo se va escapándose entre tus dedos como fina arena, y no encuentras respuestas, ni soluciones; por el camino se va quedando el dinero, el tiempo y mucha, mucha energía. Y por fin ese otro momento, dicen que el que busca encuentra, yo creo que la suerte también tiene algo de culpa, pero bueno por fin ese momento dulce, en el que das con algo o con alguien y todo empieza a encajar, en que encuentras manos amigas que te van indicando otras posibilidades, en que encuentras personas que ponen nombres, que dan explicaciones, y lo más importante que te enseñan un camino a seguir, un trabajo a hacer, una esperanza por conseguir, te dan fuerzas para soñar un sueño que ellos también un día soñaron. Y así llego al momento actual, que seguramente no será el último, tiempo de esfuerzo, de trabajo con ella, de cansancio asegurado, pero también de objetivos que se van cumpliendo y te renuevan fuerzas para atacar los siguientes.

Podría hablaros de la terapia de movimientos rítmicos, del trabajo del osteópata, del trabajo visual y auditivo, de integración sensorial o de alguna terapia alternativa más que sin duda están ayudando y han ayudado mucho a nuestra hija. Pero no lo haré, hoy quiero hablaros un momento a vosotros, los padres de niños con dificultades, padres que en un momento dado nos vimos empujados a recorrer este camino junto a nuestros hijos, camino lleno de momentos increíbles y dichosos, y otros mucho más difíciles Y además hoy quiero dar las gracias a alguien, seguramente en este camino he dado las gracias de corazón a muchas personas que nos han ayudado, pero hoy quiero darle las gracias a mi hija Miren.


Gracias porque recorrer este camino me ha hecho ser más sensible, más sabia, más tolerante, más generosa, más luchadora, más comprometida, en fin, me ha hecho mejor madre y sobretodo mejor persona. Un aprendizaje duro, es verdad que la vida te cambia, es verdad que hemos dado mucho, pero yo tengo la sensación de que lo dado me ha sido devuelto con creces. Miro hacia atrás y pienso en la gran suerte que tengo de poder caminar al lado de mi hija, nadie como ella podría haberme hecho crecer tanto.. Hoy se que las cosas no suceden porque sí, todo lo que nos ocurre tiene una finalidad aunque a veces no seamos capaces de darnos cuenta de ello, y hay veces que lo que nos parece un “castigo”, es un “regalo” precioso e inesperado.

A todos los que estáis en el camino, mucha fuerza y a ti Miren muchas gracias , no se me ocurre compañera mejor de viaje.

A.C.I.R.O.